Antonio Avilés presentó el pasado viernes su libro «Recuerdos y nostalgias de mi pueblo» en el salón de actos Francés de Zúñiga del museo. Lo hizo en un acto en el que le acompañaron Óscar Rivadeneyra, profesor de dibujo y miembro del patronato del museo, y José Antonio Sánchez Paso, técnico de actividades culturales de la Universidad de Salamanca.
Ante un espacio abarrotado en el que se dieron cita más de medio centenar de personas, el autor puso de largo la que es su primera incursión en la literatura impresa con un trabajo que recoje, en clave novelada y a lo largo de 50 capítulos, situaciones relativas a su vida en algunos de las localidades en las que ha residido. No se trata de un libro autobiográfico al uso, sino de un ejercicio de narrativa en torno a aspectos universales como el amor, la familia, las relaciones sociales, la enseñanza o la muerte, presentados como una sucesión de relatos en las que los nombres de las personas y las referencias explícitas a las localidades donde se desarrollan se difuminan, cediendo a la imaginación del lector la búsqueda de pistas sobre las identidades y los emplazamientos de cada historia.
En su intervencion, Óscar Rivadeneyra explicó algunos de los entresijos de la edición del libro, que se ha desarrollado a lo largo de tres años, así como de su relación personal con el autor, del que recordó que su periplo vital incluye localidades como Fuentevaqueros, Granada, Béjar y Linares de Riofrío.
Por su parte, José Antonio Sánchez Paso analizó el trabajo de Antonio Avilés desde una perspectiva literaria, en la que lo conectó con los relatos que salpican el Quijote y también con el estilo de novelas de no ficción de autores como Javier Cercas.
Al término de la presentación el autor firmó ejemplares a numerosos amigos que le acompañaron en la presentación, en la que también participaron representantes de diversos partidos políticos, periodistas y compañeros de Avilés en el Museo Judío.